Experiencia con RTI
Aunque no posea un certificado que contenga las siglas o el nombre de la estrategia RTI (Estrategia Educativa Respuesta a la Intervención) siempre la hemos trabajado. Las intervenciones tempranas con estudiantes de Educación Especial o cualquier otro estudiante, es algo inquietante. Considero urgente diagnosticar, identificar o evaluar el rezago del estudiante para brindarle las ayudas necesarias que lo encaminan al progreso académico. Como maestra, no me gustaba etiquetar a los estudiantes, pues consideraba que necesita conocerlos e identificar sus fortalezas y debilidades para trabajar con ellos y atender la diversidad con instrucción diferenciada. Recuerdo cuando se me acercaba la maestra de Educación Especial con la lista de los estudiantes del Programa. Siempre le indicaba que no me gustaba esa lista. Sé que hay condiciones severas, apremiantes, evaluaciones por discutir y detalles que el maestro debe conocer, pero en cuanto al proceso enseñanza y aprendizaje se refiere, prefería descubrir cuáles eran sus verdaderas y genuinas necesidades para brindarle el acomodo y apoyarlos en todo momento.
Por otra parte, cuánto me gustaba atender el rezago en lectura y escritura de los estudiantes desde kínder hasta el tercer grado. Tan pronto identificamos la necesidad en una escuela, realizamos un plan de acción para atenderla. Obtuvimos grandes logros. Encontrábamos estudiantes que repetían el grado y no sabían leer, grupos, a veces, de 17 estudiantes y en abril, trece o más no habían adquirido las destrezas fundamentales de la lectura. Solo había que apretar un botón de emergencia para que en corto tiempo y en trabajo en equipo, el estudiante se iniciara en la lectura , sin olvidar trabajar, posteriormente, la lectoescritura y comprensión lectora. No importa el método de lectura utilizado. Lo importante es desarrollar en el estudiante las competencias necesarias para el mejoramiento en todas las áreas académicas y sobre todo para la vida y la integración a la comunidad. Vi a madres, padres, maestros, abuelos, familiares y en especial al estudiante celebrar cuando ocurría la transformación y felizmente decir: “Ahora aprendí a leer, sé leer”. Siempre recordaré a misis Márquez, directora de la escuela elemental Félix Lucas Benet en Cayey, tan preocupada y ocupada de sus estudiantes y el proceso de lectura. ¡Qué muchas anécdotas compartimos! Debo recalcar que no solo se evalúa la lectura y escritura en los grados primarios. Hay que evaluarlas en todos los grados y niveles. Me sentía feliz cada vez que encontraba una maestra que llevaba el proceso con sus estudiantes y muy triste si era a la inversa. En mis visitas a las escuelas, mi norte, mi focalización, siempre fue el estudiante.
Sin embargo, me hacía y hago innumerables preguntas. ¿Por qué se disparan tantos casos de estudiantes para el Programa de Educación Especial? ¿Cómo se atiende el rezago en esta población? ¿Por qué tanta documentación que reduce la docencia a casi nada, quedando establecida la supremacía de lo administrativo? Se observa en el panorama educativo estrategias que se están ejecutando sin evaluar su efectividad. Con mucha humildad y respeto lo expongo…Aquí termino, mi querido papel…Es hora de dormir, pero es tiempo de establecer que no es aprobar es aprender.
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